Siguiendo la técnica del revoco armado, utilizando mallas en fibra de vidrio GFRP o metálicas, conectores y accesorios y morteros preferiblemente a base de cal que mejora la resistencia al corte, a la flexión y a la compresión de la mampostería, podemos intervenir sobre cualquier superficie.
Uno de los problemas típicos que se encuentran en las estructuras abovedadas es la deformación, debida a eventos sísmicos, a fallo estructural u a cargas excesiva. La presencia de pinturas o decoraciones con materiales no transpirables aumentan los riesgos de deformación. Dependiendo de la gravedad del problema se puede actuar con la técnica del revoco armado, con refuerzos en acero, fibra de vidrio o carbono GFRP.
Los suelos con vigas de madera a menudo requieren intervenciones de refuerzo, ya que estaban hechos para soportar cargas moderadas. Debido a las necesidades actuales y al pasar del tiempo casi siempre presentan una deformación excesiva.
Para recuperar este tipo de forjado se puede superponer a la estructura existente una losa de micro hormigón estructural aligerado, reforzado adecuadamente con mallas, pernos en las vigas y conectores a las paredes, obteniendo un gran aumento de la resistencia y de la rigidez.
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, se han construido forjados con vigas de hierro doble "T" con elementos de ladrillo interpuestas. Las vigas se apoyaban en las paredes de carga con un inter eje, normalmente de entre 60 y 80 cm.
Debido a su composición química las vigas existentes a menudo no son soldables.
Dependiendo de la patología se puede optar por trabajar desde arriba, optando por una recuperación como en el caso de las vigas de madera; o desde abajo con diferentes opciones. Lo más frecuente son refuerzos en acero ( noubau, mecanoviga..) que se acoplan por debajo de los perfiles y se rellenan con morteros expansivos.
Entre los años 50 y los 70 años, la mayoría de los edificios construidos se caracterizan por estructuras de hormigón armado diseñados para soportar principalmente las acciones derivadas de las cargas de gravedad e en ausencia de una normativa sísmica.
La construcción de estructuras muy irregulares tanto desde el punto de vista de la distribución de las masas como de la rigidez, con secciones resistentes pequeñas de los pilares y vigas de tamaño considerable, así como el uso de materiales no aptos para proporcionar una ductilidad suficiente o, a menudo de baja calidad es una cuestión importante desde el punto de vista del mantenimiento.
A esto se suman las cuestiones relacionadas con la decadencia de las varillas de refuerzo, con sujeción a la corrosión, especialmente en presencia de hormigón poroso, no totalmente compactados o con recubrimiento de hormigón insuficiente, en ambientes particularmente graves, tales como el aire y el agua salobre, en presencia de sales o de químicamente agresivos.