El EPDM es un polímero sintético, que desde hace más de 40 años ha tenido un uso cada vez mayor como material de construcción en el sector de la automoción y la ingeniería civil.
Las largas moléculas del caucho están unidas a través de enlaces químicos transversales, para formar un producto flexible, químicamente estable, con una resistencia inmejorable a los rayos UVA, al ozono, a la temperatura, a los productos químicos y al tiempo. El EPDM se extiende hasta un 300% y puede ser estirado en todas las direcciones al mismo y no está sujeto a la rotura por tensión. Expectativa de vida 50 años.
Las membranas impermeabilizantes bituminosas en su vida sufren muchas solicitaciones debidas a factores ambientales externos. Debido a las variaciones de temperatura tanto el recubrimiento como el soporte sufren una deformación continua. La capacidad de resistir estas deformaciones es la característica principal que debe tener una superficie de cubierta, y luego el uso de materias primas seleccionadas son importantes en la producción de estos productos. El producto es una mezcla de betún y polímeros destilados especialmente formulados. La principal diferencia entre los tipos de compuestos está dada por el polímero utilizado. Expectativa de vida más de 10 años.
Una alternativa válida a las membranas bituminosas son las denominadas membranas líquidas, constituidas por morteros fluidos particularmente versátiles: no solamente para la impermeabilización de cubiertas planas y terrazas, también, muy utilizadas en la construcción de lavabos, piscinas y duchas.
Si es necesario impermeabilizar un tejado plano o una terraza ya existente, y por diversas razones no se quiere desmontar el antiguo pavimento, se puede utilizar una resina basada en membrana líquida, que después del endurecimiento su aspecto es liso, brillante y regular, y por lo tanto puede también servir como el acabado de la superficie.